LECCIÓN 330
Hoy no volveré a hacerme daño.
1. Aceptemos hoy que el perdón es nuestra única función. 2¿Por qué atacar nuestras mentes y ofrecerles imágenes de dolor? 3¿Por qué enseñarles que son impotentes, cuando Dios les ofrece Su Poder y Su Amor y las invita a servirse de lo que ya es suyo? 4La mente que ha llegado a estar dispuesta a aceptar los dones de Dios ha sido restaurada al Espíritu y extiende su libertad y su dicha tal como dispone la Voluntad de Dios unida a la suya propia. 5El Ser que Dios creó no puede pecar, por lo tanto, no puede sufrir. 6Elijamos hoy que Él sea nuestra Identidad para poder así escapar para siempre de todas las cosas que el sueño de miedo parece ofrecernos.
2. Padre, es imposible hacerle daño a Tu Hijo. 2Y si creemos sufrir, es sólo porque no reconocemos la única Identidad que compartimos Contigo. 3Hoy queremos retornar a Ella a fin de librarnos para siempre de todos nuestros errores y salvarnos de lo que creíamos ser.