LECCIÓN 336
El perdón me enseña que todas las mentes están unidas.
1. El perdón es el medio por el que a la percepción le llega su fin. 2El Conocimiento es restituido una vez que la percepción haya sido primero modificada, y luego haya dado paso enteramente a lo que por siempre ha de estar más allá de su más elevado alcance. 3Pues, en el mejor de los casos, las imágenes y los sonidos tan sólo pueden servir para evocar el recuerdo que yace tras todos ellos. 4El perdón elimina las distorsiones y revela el altar a la verdad que se hallaba oculto. 5Sus blancas azucenas refulgen en la mente y la instan a regresar y a mirar en su interior para encontrar lo que en vano había buscado fuera. 6Pues ahí y sólo ahí, se restaura la paz interior, al ser la morada de Dios Mismo.
2. Que en la quietud el perdón elimine mis sueños de separación y de pecado. 2Y que pueda entonces, Padre, mirar en mi interior y descubrir que Tu promesa de que en mí no hay pecado es verdad; que Tu Palabra permanece inalterada en mi mente y que Tu Amor reside todavía en mi corazón.