LECCIÓN 60
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
1. (46) Dios es el Amor en el que perdono.
2Dios no perdona porque jamás ha condenado. 3Los que están libres de culpa no pueden culpar, y aquellos que han aceptado su inocencia no ven nada que tengan que perdonar. 4Con todo, el perdón es el medio por el cual reconoceré mi inocencia. 5Es el reflejo del Amor de Dios en la tierra. 6Y me llevará tan cerca del Cielo que el Amor de Dios podrá tenderme la mano y elevarme hasta Él.
2. (47) Dios es la Fortaleza en la que confío.
2No es con mi propia fortaleza con la que perdono. 3Es con la Fortaleza de Dios en mí, la cual recuerdo al perdonar. 4A medida que comienzo a ver, reconozco Su reflejo en la tierra. 5Perdono todas las cosas porque siento Su Fortaleza avivarse en mí. 6Y empiezo a recordar el Amor que decidí olvidar, pero que nunca se olvidó de mí.
3. (48) No hay nada que temer.
2¡Cuán seguro me parecerá el mundo cuando lo pueda ver! 3No se parecerá en nada a lo que ahora me imagino ver. 4Todo el mundo y todo cuanto vea se inclinará ante mí para bendecirme. 5Reconoceré en todos a mi Amigo más querido. 6¿Qué puedo temer en un mundo al que he perdonado y que a su vez me ha perdonado a mí?
4. (49) La Voz de Dios me habla durante todo el día.
2No hay un solo instante en el que la Voz de Dios deje de apelar a mi perdón para salvarme. 3No hay un solo instante en el que Su Voz deje de dirigir mis pensamientos, guiar mis actos y conducir mis pasos. 4Me dirijo firmemente hacia la verdad. 5No hay ningún otro lugar adonde pueda ir porque la Voz de Dios es la única voz y el único guía que se le dio a Su Hijo.
5. (50) El Amor de Dios es mi sustento.
2Cuando escucho la Voz de Dios, Su Amor me sustenta. 3Cuando abro los ojos, Su Amor alumbra al mundo para que lo pueda ver. 4Cuando perdono, Su Amor me recuerda que Su Hijo es impecable. 5Y cuando contemplo al mundo con la visión que Él me dio, recuerdo que yo soy Su Hijo.