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Un Curso
de Milagros

Edición Oficial Online
Libro de Ejercicios

LECCIÓN 75

La luz ha llegado.

1. 1La luz ha llegado. 2Te has curado y puedes curar. 3La luz ha llegado. 4Te has salvado y puedes salvar. 5Estás en paz y llevas la paz contigo dondequiera que vas. 6Las tinieblas, el conflicto y la muerte han desaparecido. 7La luz ha llegado.

2. 1Hoy celebramos el feliz desenlace de tu largo sueño de desastres. 2Ya no habrá más sueños tenebrosos. 3La luz ha llegado. 4Hoy comienza la era de la luz para ti y para todos los demás. 5Es una nueva era, de la que ha nacido un mundo nuevo. 6Y cuando el anterior pasó de largo, no dejó rastro alguno sobre el nuevo. 7Hoy vemos un mundo diferente porque la luz ha llegado.

3. 1Nuestros ejercicios de hoy serán ejercicios felices, pues en ellos daremos gracias por la desaparición de lo viejo y el comienzo de lo nuevo. 2Ya no quedan sombras del pasado que puedan nublar nuestra vista y ocultar el mundo que el perdón nos ofrece. 3Hoy aceptaremos el nuevo mundo como lo que deseamos ver. 4Lo que anhelamos se nos concederá. 5Nuestra voluntad es ver la luz; la luz ha llegado.

4. 1Dedicaremos nuestras sesiones de práctica más largas a ver el mundo que el perdón nos muestra. 2Eso y sólo eso, es lo que queremos ver. 3Nuestro único propósito hace que la consecución de nuestro objetivo sea inevitable. 4Hoy el mundo real se alza jubiloso ante nosotros para que por fin lo podamos ver. 5Se nos concede la visión ahora que la luz ha llegado.

5. 1No queremos ver hoy sobre el mundo la sombra del ego. 2Vemos la luz y en ella vemos el reflejo del Cielo extenderse por todo el mundo. 3Comienza las sesiones de práctica más largas dándote a ti mismo las buenas nuevas de tu liberación:

4La luz ha llegado. 5He perdonado al mundo.

6. 1No te entretengas hoy con el pasado. 2Mantén tu mente completamente receptiva, libre de todas las ideas del pasado y de todo concepto que hayas inventado. 3Hoy has perdonado al mundo. 4Puedes contemplarlo ahora como si nunca antes lo hubieras visto. 5Todavía no sabes qué aspecto tiene. 6Simplemente estás esperando a que se te muestre. 7Mientras esperas, repite varias veces lentamente y con absoluta paciencia:

8La luz ha llegado. 9He perdonado al mundo.

7. 1Date cuenta de que tu perdón te hace acreedor a la visión. 2Entiende que el Espíritu Santo nunca deja de dar el don de la visión a los que perdonan. 3Confía en que Él no dejará de dártelo a ti ahora. 4Has perdonado al mundo. 5El Espíritu Santo estará contigo mientras observas y esperas. 6Te mostrará lo que la verdadera visión ve. 7Ésa es Su Voluntad y tú te has unido a Él. 8Espéralo pacientemente. 9Él estará allí. 10La luz ha llegado. 11Has perdonado al mundo.

8. 1Dile que sabes que no puedes fracasar en tu empeño porque confías en Él. 2Y dite a ti mismo que esperas lleno de certeza poder contemplar el mundo que Él te ha prometido. 3De ahora en adelante verás de otra manera. 4La luz ha llegado hoy. 5Y verás el mundo que se te ha prometido desde los orígenes del tiempo, en el cual el final del tiempo está garantizado.

9. 1Las sesiones de práctica más cortas serán asimismo jubilosos recordatorios de tu emancipación. 2Recuérdate a ti mismo cada cuarto de hora aproximadamente que hoy es un día de una celebración especial. 3Da gracias por la Misericordia y el Amor de Dios. 4Regocíjate de que el perdón tenga el poder de sanar completamente tu vista. 5Confía en que este día será un nuevo comienzo. 6Sin las tinieblas del pasado sobre tus ojos hoy no podrás sino ver. 7Y la acogida que le darás a lo que veas será tal que felizmente extenderás el día de hoy para siempre.

10. 1Di entonces:

2La luz ha llegado. 3He perdonado al mundo.

4Si te asaltase la tentación, dile a quienquiera que parezca estar llevándote nuevamente a las tinieblas:

5La luz ha llegado. 6Te he perdonado.

11. 1Dedicamos este día a la serenidad en la que Dios quiere que estés. 2Mantenla en la conciencia que tienes de ti mismo y contémplala en todas partes hoy según celebramos el comienzo de tu visión y el panorama del mundo real, el cual ha venido a reemplazar al mundo que no habías perdonado y que pensabas que era real.