LECCIÓN 356
La enfermedad no es sino otro nombre para el pecado. La curación no es sino otro nombre para Dios. El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él.
1. Padre, prometiste que nunca dejarías de contestar cualquier invocación que Tu Hijo pudiera hacerte. 2No importa dónde esté, cuál parezca ser su problema o en qué crea haberse convertido, 3él es Tu Hijo y Tú le responderás. 4El milagro es un reflejo de Tu Amor, por lo tanto, es la contestación que él recibe. 5Tu Nombre reemplaza todo pensamiento de pecado, y aquel que es inocente jamás puede sufrir dolor alguno. 6Tu Nombre es la Respuesta que le das a Tu Hijo porque al invocar Tu Nombre él invoca el Suyo Propio.